jueves, 17 de julio de 2008

Otra vez en el Camino V -Gonzar - Melide

Dia 10 (martes) 32.1 kms.


Despues de unos dias de abandono de la obligacion de contar nuestras cuitas, comenzamos de nuevo el relato de lo que fue una de las etapas mas largas del recorrido, aunque al final todo mereciera el esfuerzo. Como siempre salimos temprano de Gonzar, pequeña localidad que como ya os conte pasamos la noche en ella y agradecimos la hospitalidad de los Garcias y ya Santiago lo tenemos a tiro de viera, salimos por un tramo de descenso y como a 1.5 kms. nos encontramos la aldea de Castromaior, lugar sin servicios que ya nos introduce en lo que sera casi la tonica de los bosques de la Coruña, el eucalipto, pasada la aldea nos encontramos con un tramo de subida, corta pero intensa para salir de nuevo a la carretera por la cual llegamos a Hospital de la Cruz. Como su nombre hace referencia aqui existio un antiguo hospital de peregrinos del que aun se conserva el edificio a la entrada del pueblo, a la derecha. Nos encontramos en la localidad un refugio y un sencillo bar en una casa particular y es toda la oferta que encontramos en el, a la salida, frente al refugio hay que cruzar la carretera y con una pobre señalizacion, dirigirse a la carretera asfaltada que nos llevara a Ventas del Nalon, pequeño nucleo urbano que nada tiene, que ver con la relevancia que en su dia tenia en el Camino, donde se reunian los peregrinos antes de cruzar el alto de Ligonde, despues de esta subida, el descenso a Previsa donde nos encontramos con el cruceiro de Lameiros, uno de los mas importantes del camino, en sus cuatro lados las tallas hacen referencia al calvario ó muerte y en su cruz es interesante la talla de 1670 con referencias a la maternidad, muerte y vida. Pasado Ligonde, estacion jacobea que en su momento contó con un hospital atendido por la Orden de Santiago, vadeamos un arroyo y nos dirigimos a Eirexe, su nombre indica "iglesia" en gallego y hace referencia a un templo romanico en buen estado de conservacion que existe en la plaza y continuando por asfalto, que ya empieza a cansar, un cartel nos indica que nos encontramos a 6 kms. de Palas de Rei, aunque aun oculta por el alto del Rosario, despues de un alto en el camino para que Jorge le haga una cura de urgencia a la ampolla que en el pie le ha salido a Ines nos dirigimos a Avenostre y ya muy cerca de Palas de Rei nos encontramos en una esplanada una gran zona de servicios llamada " La Cabaña", una urbanizacion construida en estilo provenzal y toda de madera, en ella se puede pernoctar a muy buen precio, las habitaciones, todas nuevas y muy confortables decoradas con muy buen gusto y el restaurante con buena relacion precio-calidad (el ultimo camino, pernocte alli, hablo por experiencia propia). Para llegar a Palas de Rei, se acorta transversalmente por el camino que transcurre por la traseras del centro de salud. Es la penultima etapa en el Codex Calistino, el "Palacius Regis", aunque de su antiguo esplendor poco mantiene, hoy es un pueblo grande y moderno, carece ya de la importancia que tenia en la antiguedad, mantiene un buen refugio y se puede uno aprovisionar de todo lo necesario para seguir la ruta. La salida de la localidad de hace por la portada romanica de la iglesia de San Tirso y su camino nos lleva al valle del rio Pambre, tras pasar por una zona de umbria y el caserio de San Xulian llegamos a un pequeño nucleo de casas llamado Casanova, ultima localidad de la provincia de Lugo que tiene el privilegio de ser el ultimo lugar habitado donde se instaló una escuela rural en la provincia, edificio que hoy es el refugio-albergue de peregrinos. Tras media hora de caminata y tras vadear el rio Porto, entramos en la provincia de La Coruña, que nos recibe con un magnifico paseo a traves de los restos de una calzada romana que se dirige a Laboreiro, pequeña localidad pero de mucho sabor jacobeo, a la entrada de la calle mayor, un cruceiro nos da la bienvenida, en la plaza, la iglesia de la Virgen de las Nieves con su hermoso portico, a su lado la fachada del hospital de peregrinos fundado por la familia Ulloa en el siglo XII, en la segunda placeta se alza uno de los escasos "Cabeceiros", horreos construidos con la forma de gigantescos canastos hechos con ramas de salgueiro, y a la salida, su reconstruido puente medieval que da cierre a este conjunto. Tras un descenso y vadear el rio Furelos, ya casi pegado a Melide pasamos por la localidad a la que da nombre el rio a traves de su puente romanico de cuatro ojos por el que discurria el camino original, y despues de un kilometro, llegamos a lo que sera nuestro punto final de hoy, Melide, la entrada se hace a traves de la carretera, es larga y pesada y el refuguio se encuentra en la parte alta, cerca de la plaza del Convento, por la rua de San Antonio. Localidad que tiene su historia, de fundacion prerromana y destruida en el siglo XV por la revuelta de los Irmandiños, que hicieron un levantamiento popular contra el poder feudal y arrasaron varias fortificaciones y palacios en la comarca. En 1375 se funda el hospital de Santi Spiritu, en la misma plaza del Convento, frente al monasterio del mismo nombre que fue remozado en el siglo XV y convertido en un solido caseron que hoy acoge el Museo Etnografico, una vez desaparecido el convento, su templo pasó a ser lo que hoy es iglesia parroquial, y en su interior, sobre la mesa de sello que hay a la entrada, mantiene un libro en el cual todos los peregrinos que lo desean escriben brevemente su experiencia, muy bonito y digno de leer los comentarios de la gente. En cuanto al alojamiento lo hacemos en el albergue municipal, aceptable y mejorable. Visita obligada a Casa Garnacha, donde hoy se come el mejor pulpo de Galicia, ya que al jubilarse Ezequiel, parece que al traspasar la pulperia la cosa ha ido a peor, y como en estos sitios lo mejor es preguntar a los lugareños, nos encaminaron a Garnacha, a cenar que hay que ver el partido de la seleccion, y lo vimos y nos divertimos, vaya partido con Rusia. y ahora a dormir que nos quedan dos etapas para Santiago.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que bueno que estaba el pulpo en melide... y el vino... y por supuesto la compañia inmejorable. Un saludo para la PVC. jorge