Dia 8 de junio de 2008 (domingo)
A la salida de Triacastela nos planteamos si esta etapa la hacemos por Samos ó por San Xil, ya
que hay diferencia, nuestro destino final sera Barbadelo y de irnos por un camino ó por otro la diferencia es de 5 kms.. Al final decidido, por San Xil, y comentamos porque, por este camino, ademas de ser mas corto, va casi todo por senderos y el de Samos va por la carretera, la verdad es que nos hubiera gustado ver el monasterio benedictino, que aunque en la desamortizacion de Mendizabal paso a manos privadas y posteriormente un incendio destruyo gran parte de el, merece la pena su visita, otra vez será. A la salida de Triacastela, y a traves de la ruta historica nos dirigimos por una "corredeira" de vegetacion y arboleda propia de las novelas de Pardo Bazan, escritora de estos lugares a la Balsa, pequeño caserio con una ermita
que tiene un cepillo en la puerta lleno de telarañas, y ya sabreis el porque, y en su interior una serie de velas encendidas que alumbran a cuatro santos, pasado este lugar comienza una fuerte pendiente que nos llevara de nuevo a la carretera, frente a una gran fuente de piedra sobre la que ya se hizo alguna restauracion para anteriores xacobeos, y asi llegamos a San Xil, nucleo poblacional de escaso interes, formado por un grupo de casas desparramadas y sin ningun servicio y a traves de asfalto nos dirigimos al alto de Riocabo que tras coronar la cima iniciamos un larguisimo descenso, casi imperceptible que a traves de pequeñas aldeas ricas en piedras, vacas y mojones, donde casi no se ve gente por la calle, como Montan, Fontearcuda, Furela y Calvor, nos
lleva a la ciudad de Sarria, la mayor desde que entramos en Galicia si excluimos a Santiago, ciudad dedicada a los servicios, en la antiguedad fue tambien repoblada con extranjeros por el rey Alfonso IX, y acogia a los peregrinos en el convento de la Magdalena cuya fachada plateresca todavia puede verse arriba junto al castillo de los duques de Sarria, siguiendo por nuestro camino, pasamos por la iglesia del Salvador, de planta romanica y cruzando a la salida las vias de tren, nos internamos en un paisaje humedo y oscuro formado por quizas uno de los ultimos bosques autoctonos de la ruta, robles, pinos y hayas alegran la vista y dan sombra al caminante durante un buen trecho. Caminando por el terreno anteriormente descrito, llegamos al final de
nuestra etapa de hoy, Barbadelo, pequeña aldea que añora pasados tiempos mejores en cuya plaza se alza la iglesia de Santiago de Barbadelo, de un romanico muy gallego, planta cuadrada y un portico lleno de simbolos e iconografia medieval, junto a ella se encuentra el albergue que nos servira de refugio final de esta etapa. El albergue es pequeño, 18 plazas pero se encuentra en condiciones muy aceptables. Hemos de hacer mención especial a la nueva incorporación al grupo, hoy aqui en Barbadelo se nos ha unido Jorge, un chico de la provincia de Toledo, de un pueblo tan pequeño que dice que cuando falta lo echan de menos, fisio de profesión y que trabaja en el hospital de Villarrobledo; dadas las incorporaciones habidas hasta la fecha, hemos decidido por unanimidad apadrinar a estas dos personas, Ines y Jorge, así que cuando me refiera al grupo se hace constar que nos estamos refiriendo a 5 personas que partiendo de distintas localidades se unen con el fin común de llegar a Santiago, que si algo tiene el camino es esto, camaradería y solidaridad, así que como somos los mayores, hemos decidido apadrinarlos nosotros a ellos.
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