jueves, 19 de junio de 2008

Otra vez en el Camino III (O´Cebreiro- Barbadelo )

Dia 7 de junio (sábado)

Una vez repuestos del esfuerzo que ha supuesto la etapa anterior y pasado lo peor, nos dedicamos a la etapa que hoy nos llevara después de recorrer sus 20,6 kms. hasta Triacastela. Salimos de Cebreiro por la carretera, al poco de andar nos encontraremos con la primera subida del día, el alto de San Roque, en cuya cima, nos da la bienvenida una enorme escultura de un peregrino, y ya desde aquí, a través de un andadero para caminantes, nos llevara hasta Hospital, en cuyo entorno existe una iglesia de las mismas características que la de Cebreiro y coetánea de esta, una vez pasada esta iglesia y el pazo de Padornelo, subimos a lo que sera la segunda cima del día, el Alto de Poio, con su gran peregrino en bronce que es un lugar que tiene poco que ver, aparte de un gran paisaje, un par de mesones y una tienda de comestibles, dicen que en su día existió en este lugar una encomienda de la Orden de San Juan. Seguimos por el andadero que nos ha traído entre bosques de roble a la localidad de Fonfria, pequeño lugar donde solo existe una tienda y que solo el camino justifica su existencia, al poco de pasar por este hito, encontramos ya el cartel que nos indica que hemos entrado en el Concelho de Triacastela, pero aun para llegar a nuestro destino hemos de pasar por Viduelo, que como única historia conocida es la de tener un cementerio cubierto, y a partir de aquí, una plácida caminata, ya sin sobresaltos, a través de una balconada nos llevara a Triacastela, ciudad de los tres castillos, de los cuales no queda ninguno, repoblada en varias ocasiones durante el siglo X y mejorada en el XIII por Alfonso IX, era una ciudad con mala reputación en los viejos cronicones, ya en el Codex Calistino, donde figura como etapa numero 11 del antiguo camino, se relata que en esta localidad se daban cita los mercaderes para ofrecer tanto sus mercancías como sus hospedajes a los peregrinos y que después eran engañados, también es conocido porque de sus canteras salieron las piedras calizas empleadas en la construcción de la Catedral de Santiago. Se accede a la localidad a través de una calle muy larga, al inicio de la cual existe una iglesia románica y su cementerio, la existencia en esta calle de numerosos bares y hospedaje denota que una gran parte del potencial económico de la villa viene por parte de las peregrinaciones que hacen final de etapa en la misma; El alojamiento lo hacemos en el albergue municipal, situado a la entrada del pueblo a la izquierda en medio de un prado, tanto la situación del mismo como las condiciones en las que se encuentra son buenas, así que como aquí tenemos pensado hacer la noche, el grupo después de una ducha se dispone a satisfacer la parte gastronómica de esta ruta y dedicarse a la visita y el descanso.


Dia 8 de junio de 2008 (domingo)

A la salida de Triacastela nos planteamos si esta etapa la hacemos por Samos ó por San Xil, ya que hay diferencia, nuestro destino final sera Barbadelo y de irnos por un camino ó por otro la diferencia es de 5 kms.. Al final decidido, por San Xil, y comentamos porque, por este camino, ademas de ser mas corto, va casi todo por senderos y el de Samos va por la carretera, la verdad es que nos hubiera gustado ver el monasterio benedictino, que aunque en la desamortizacion de Mendizabal paso a manos privadas y posteriormente un incendio destruyo gran parte de el, merece la pena su visita, otra vez será. A la salida de Triacastela, y a traves de la ruta historica nos dirigimos por una "corredeira" de vegetacion y arboleda propia de las novelas de Pardo Bazan, escritora de estos lugares a la Balsa, pequeño caserio con una ermita que tiene un cepillo en la puerta lleno de telarañas, y ya sabreis el porque, y en su interior una serie de velas encendidas que alumbran a cuatro santos, pasado este lugar comienza una fuerte pendiente que nos llevara de nuevo a la carretera, frente a una gran fuente de piedra sobre la que ya se hizo alguna restauracion para anteriores xacobeos, y asi llegamos a San Xil, nucleo poblacional de escaso interes, formado por un grupo de casas desparramadas y sin ningun servicio y a traves de asfalto nos dirigimos al alto de Riocabo que tras coronar la cima iniciamos un larguisimo descenso, casi imperceptible que a traves de pequeñas aldeas ricas en piedras, vacas y mojones, donde casi no se ve gente por la calle, como Montan, Fontearcuda, Furela y Calvor, nos lleva a la ciudad de Sarria, la mayor desde que entramos en Galicia si excluimos a Santiago, ciudad dedicada a los servicios, en la antiguedad fue tambien repoblada con extranjeros por el rey Alfonso IX, y acogia a los peregrinos en el convento de la Magdalena cuya fachada plateresca todavia puede verse arriba junto al castillo de los duques de Sarria, siguiendo por nuestro camino, pasamos por la iglesia del Salvador, de planta romanica y cruzando a la salida las vias de tren, nos internamos en un paisaje humedo y oscuro formado por quizas uno de los ultimos bosques autoctonos de la ruta, robles, pinos y hayas alegran la vista y dan sombra al caminante durante un buen trecho. Caminando por el terreno anteriormente descrito, llegamos al final de nuestra etapa de hoy, Barbadelo, pequeña aldea que añora pasados tiempos mejores en cuya plaza se alza la iglesia de Santiago de Barbadelo, de un romanico muy gallego, planta cuadrada y un portico lleno de simbolos e iconografia medieval, junto a ella se encuentra el albergue que nos servira de refugio final de esta etapa. El albergue es pequeño, 18 plazas pero se encuentra en condiciones muy aceptables. Hemos de hacer mención especial a la nueva incorporación al grupo, hoy aqui en Barbadelo se nos ha unido Jorge, un chico de la provincia de Toledo, de un pueblo tan pequeño que dice que cuando falta lo echan de menos, fisio de profesión y que trabaja en el hospital de Villarrobledo; dadas las incorporaciones habidas hasta la fecha, hemos decidido por unanimidad apadrinar a estas dos personas, Ines y Jorge, así que cuando me refiera al grupo se hace constar que nos estamos refiriendo a 5 personas que partiendo de distintas localidades se unen con el fin común de llegar a Santiago, que si algo tiene el camino es esto, camaradería y solidaridad, así que como somos los mayores, hemos decidido apadrinarlos nosotros a ellos.

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