lunes, 16 de julio de 2007

Hasta Caldas de Reis y Padron






El camino hasta Caldas se hace bien ya que el trayecto tan solo hay ligeras pendientes, el paisaje bonito y no hay mucho asfalto. abandonamos Pontevedra por la rúa Santiña y desde allí la ruta permanece paralela a la vía del ferrocarril hasta que entre pinos y eucaliptos llegamos a la iglesia rectoral de Santa María de Alba, después los bosques de Lombo de Maceira. A partir de Ponte Balbon la ruta se transcurre placidamente y es preciso ir atentos a las señalizaciones porque nos encontramos con algunas encrucijadas, entre plantaciones de parrales de albariño y pequeños huertos, llegamos a la ciudad de Caldas de Reis. Ciudad importante, tanto en el camino como económica y socialmente, y no se puede concebir que no tenga un solo alberque para peregrinos. Este dia tuvimos que dormir en el hostal Cruceiro, muy bien de precio y con un servicio de restaurante con precios bastantes asequibles, después de una buena ducha y comida nos fuimos a ver la ciudad, que regada por los ríos Umia y Bergaña alberga sus famosas caldas y puentes medievales, tomé un reconfortante baño de pies, que lo agradecieron y fuimos a ver la iglesia de Santo Tomas Becket, único templo gallego dedicado al arzobispo ingles de Canterbury asesinado en su catedral por sicarios de Enrique II de Inglaterra. Al día siguiente nos pusimos en marcha hacia Padrón, El camino inicia un suave ascenso para llegar al conjunto de Santa María de Carracedo, iniciando esta subida, uno de los componentes del grupo, Tomas C., se da cuenta de que le falta la credencial, y que posiblemente la haya dejado en Caldas, hacemos un alto en el camino mientras Tomas vuelve a la ciudad (3Kms. aproximadamente) para recogerla. Después de la comentada subida el camino se interna en bosques profundos a través del monte Albor, donde discurre entre manantiales de cristalina agua que fluyen por doquier. También es una etapa llena de contrastes, ya que después de atravesar esos bosques llegamos a valles como el del río Ulla con su puente de Ponte-Cesure que une esta ciudad con Padrón. El puente de Cesure, ó de Caesarobriga como lo denominaban los romanos ha sido reconstruido en múltiples ocasiones desde el siglo XII, pasado el puente ya estamos muy cerca de donde según la leyenda fue desembarcado el cuerpo de Santiago apóstol, Padrón y llegamos a través de su quizás mas emblemático paseo, el paseo del Espolón que nos llevara hasta la iglesia de Santiago de Padrón y atravesando el río Sar a través de su puente medieval a la fuente del Carmen en cuyo frente esta grabada la traslacion del cuerpo de Santiago y en la hornacina se representa el bautismo de la reina Lupa por Santiago en la época en que supuestamente evangelizo en España y al impresionante convento del mismo nombre construido en el siglo XVIII. Junto a este conjunto artístico se encuentra el alberque de peregrinos, bien atendido y limpio, la hospitalera simpática, agradable y muy organizada que además tenia abierto desde por la mañana, ducha, comida en un restaurante que estaba situado en la carretera/avenida que da entrada al pueblo y después visita a la ciudad y sus famosas vendedoras de pimientos, por cierto que comimos varias raciones y no picó ninguno y después de la cena a descansar para el día siguiente que llegaríamos a Santiago.

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